25/8/12

Arte y vitalidad

Realmente somos lo que pensamos y lo que hacemos. Nuestros actos nos llevan a programar nuestra vida sin darnos cuenta. El azar no existe. Los físicos cuánticos nos enseñan que una gran cantidad de cosas que nos rodean no son perceptibles para nosotros. Lo que no vemos no significa que no exista. En el Universo todo está en movimiento y sometido al cambio. Si observamos cualquier cosa a través de un sofisticado microscopio, alcanzaremos a ver la descomposición de lo que creíamos algo sólido en millones de partículas que no se están quietas.
 
Cada uno de nosotros se enfrenta a la vida según predominen en su interior, combinados en mayor o menor grado, diferentes aspectos emocionales, intelectuales, vitales, creativos y espirituales. Todos ellos son fuerzas que sustentan nuestra persona. A menudo nuestras carencias nos señalan que tenemos desatendida alguna de ellas, con lo cual se produce un desequilibrio que puede causarnos problemas de salud o hacernos sentir mal y sin ánimo.
 
La danza y otras técnicas de movimiento pertenecientes a las artes escénicas, adaptadas a las necesidades concretas de cada persona, nos ayudan a valorar qué aspectos necesitan potenciarse para sentirse en plenitud y modificar hábitos negativos. Con métodos de relajación y control de la respiración también reforzamos la autoconfianza.
 
Esto funciona así porque, principalmente, lo que diferencia estas técnicas de otras es que el arte en sí nos pone en contacto sutilmente con nuestro subconsciente y toda esta energía oculta se transforma en creatividad y vitalidad pura cuando la hacemos salir al exterior de manera simbólica o por medio de metáforas.
 
El gesto, el movimiento, la actitud corporal nos hacen sentir, ver y comunicarnos de otra manera.
 
Esto se percibe de inmediato en gente que sufre algún tipo de afección crónica o enfermedad degenerativa, el arte les ofrece la ocasión de expresarse con libertad y los motiva a hallar nuevas oportunidades de mejora.

3/7/12

El fuego

Al fuego, desde muy antiguo, se le ha dado un cariz sagrado debido a su asociación con determinadas deidades animistas primitivas y también con los cultos teístas solares. Es un elemento vinculado a lo que tiene poder.

La humanidad ha otorgado al fuego significados que representan aspectos positivos y negativos del mismo: Es a la vez dador y destructor de vida, emanación divina y elemento de castigo, fuerza que desvela los misterios e ilumina y causante de la devastación que precede a la oscuridad, da calor, protege del frío pero puede dañar.

En algunas culturas se creía que los espíritus, mediante las formas que conferían a las llamas, elaboraban un lenguaje de signos para comunicarse con los que estaban capacitados para descifrar sus mensajes.

El fuego también representa la fuerza interna de la intuición y la claridad mental que nos ayuda a purificarnos y a vencer nuestros miedos.

Representa la polaridad que está presente en nosotros mismos y en todo lo que nos rodea. Según el diccionario:

“Condición de lo que tiene propiedades o potencias opuestas, en partes o direcciones contrarias, como los polos”.

Sentados frente el crepitar de las llamas es cuando más cerca estamos de esclarecer hacia donde nos dirigimos, porque aparece de repente nuestro vínculo secreto con la naturaleza.

11/6/12

La perseverancia

En los diccionarios encontrareis las siguientes definiciones –u otras muy parecidas- de “perseverancia”:

Dedicación y firmeza en las actitudes e ideas o en la realización de las cosas.”

Firmeza y constancia en la ejecución de los propósitos y en las resoluciones del ánimo.”

Yo os propongo ésta otra:

“El arte de permanecer atento e imperturbable siguiendo una línea clara de pensamiento y acción para alcanzar un determinado propósito”.

Siempre estando abierto a que algo que nos mantiene centrados pueda parecer menos relevante según las circunstancias del momento.  El sobreesfuerzo muchas veces ahoga la voluntad.

La perseverancia es un punto de apoyo espiritual o moral que nos capacita para escoger qué dirección tomar cuando un camino se bifurca. Y continuar avanzando sabiendo que el final sólo se observa en el aquí y ahora inmediatos.

Pero nunca os atéis al mástil de un velero a punto de naufragar. Es más heroico ser paciente.

28/3/12

El equilibrio

Cuando deseamos conseguir algo y queremos armonizarnos con nuestra intuición y ser capaces de identificar los mensajes, los consejos y las advertencias que la vida nos envía constantemente, lo primero es darse cuenta de que nuestros pensamientos, sentimientos y acciones tienen que alinearse para ir juntos hacia ese objetivo. Estas tres cosas son nuestras herramientas básicas e indisolubles cuando se trata de hacer realidad un deseo. Es necesario ser consciente de ello ya que nada ocurre sin un mínimo esfuerzo.

Imaginemos a un arquero tensando el arco y apuntando para disparar una flecha. El arquero es el sentimiento; el arco, la acción y la flecha, el pensamiento. La perfecta correspondencia y unidad entre los tres permite acertar en el blanco.

O, como se explica en metafísica,  el alma viaja oculta en el interior de un carruaje. El cochero es la personalidad, que conduce a tres caballos: la mente (o pensamiento), el físico (o acción) y la sensibilidad (o sentimiento). Si estos tres, siguen direcciones distintas, difícilmente el viajero (el alma) podrá seguir su camino.

También hay que tener en cuenta que para atraer lo que anhelamos, debe prestarse atención a determinados principios éticos. Evidentemente, si nuestros deseos perjudican a otro ser, por la Ley de Correspondencia no vamos a obtener justo lo que solicitamos sino algo que va a ir en nuestra contra. Por ello, es muy importante saber pedir, considerando siempre que hay que anteponer el equilibrio y la armonía para todos ante cualquier otra cosa.

6/3/12

La unión hipersensorial entre madre e hijo

Hasta la edad de siete años, los niños están muy conectados con las emociones y los estados de ánimo de su madre, como si aún se hallaran unidos a ella por un cordón umbilical invisible.

No en vano, la madre lo ha gestado en su interior durante nueve meses a la par que se ha establecido entre ambos una relación más amplia que la mera realidad biológica.

Y es que entre madre e hijo fluye información a niveles de percepción muy sutiles. Esta relación se entabla en un plano psíquico más allá del mundo fenoménico y, aún más fuerte si cabe cuando no existe figura paterna, se rompe cuando el pequeño alcanza los siete años. El hijo es más consciente de esto que la propia madre.

Esta realidad se encuentra asentada en el inconsciente colectivo. Por ello, muchas culturas practican un rito de iniciación a esa edad. Sin ir más lejos, ese solía ser, hasta no hace mucho, el momento de tomar la Primera Comunión. Así, los espartanos separaban a los niños de sus madres cuando éstos cumplían siete años para formarlos en el servicio al Estado.

Vale la pena aprovechar ese vínculo primigenio para transmitir al niño o niña mucha alegría, serenidad y paz interior. De ahí la importancia que la madre esté lo más equilibrada y consciente posible.

De no ser así, no hay que olvidar que un hijo viene al mundo principalmente a enseñar algo a sus padres, a ayudarlos en su evolución interior, a señalarles aspectos de sus vidas que ignoraban.  Pocos progenitores tienen esto en cuenta. Y deberían.

9/2/12

Ejercicio básico de concentración

Se trata de un punto de partida para, poco a poco, ir potenciando nuestras facultades psíquicas.

- Escoge un momento en el que te encuentres solo y asegúrate de que nada ni nadie te va a distraer. El espacio donde realices el ejercicio debe de estar a media luz y en absoluto silencio.

- Siéntate en un sitio confortable sobre tus isquiones con la columna vertebral recta y en linea con las cervicales. Puedes apoyarte en un respaldo o en una pared.

- Debes disponer de un cordel de color azul índigo con un nudo en el centro.

- Sostén un extremo con una mano y el otro, con la restante.

- Separa las manos y tensa el cordel manteniendo el nudo a la altura del entrecejo, con los codos muy separados entre sí.

- Cierra un poco los párpados y fija tu mirada en el nudo.
- Respira con calma, inspirando por la nariz y soltando el aire por la boca con los labios no muy separados. La punta de la lengua debe rozar el paladar cerca de los dientes incisivos superiores. Emitirás un sonido silbante parecido a “SI”.

- El nudo, la mirada, la respiración y  el sonido captarán toda tu atención.

- Harás esto de manera continuada durante unos diez minutos (puedes usar un despertador para que te avise y no tener que estar pendiente).

3/2/12

Limpieza energética para sentirnos mejor al final del día

Unos consejos prácticos y sencillos para deshacernos de todas las malas influencias, los sentimientos negativos y el cansancio mental acumulados a lo largo del día:

- Nos duchamos con agua muy caliente mientras imaginamos que de nuestro cuerpo se desprenden grandes manchas oscuras. Nos lavamos los pies con sal gruesa.

- Finalmente, bebemos un gran vaso de agua purificada –mediante filtrado-, a la que habremos añadido unas gotas de zumo de limón natural.

31/1/12

Un ejercicio práctico de respiración

1. Nos tumbamos boca arriba sobre una esterilla, con los ojos cerrados, los brazos en cruz y relajados, las manos en posición supina, las piernas flexionadas para que las plantas de los pies toquen la superficie del suelo y los pies separados un poco más que el ancho de nuestras caderas.

2. Dedicamos unos minutos a procurar que la totalidad de la espalda entre en contacto con el suelo mediante suaves reajustes. Podemos hacerlo aproximando los pies y levantando un poco la pelvis para luego recolocarla de nuevo en el suelo.

3. Permanecemos todo lo inmóviles que podamos sintiéndonos cómodos y sin tensar músculo alguno. Nos concentramos en el rostro para relajar la expresión facial, sin apretar los párpados ni mover los globos oculares.

4. Hacemos una inspiración larga por la nariz, llevando el aire al bajo vientre, imaginando que por todos los poros de nuestra piel entran millones de gotas frescas de agua .

5. Retenemos la respiración nueve segundos. Luego soltamos el aire por la boca, despacio y abriéndola poco a poco como si empezáramos pronunciando O y termináramos diciendo A. Cuando expulsamos el aire, imaginamos que por los poros de toda nuestra piel salen millones de gotas de luz que se expanden hacia el infinito.

6. Trabajamos este ejercicio durante diez minutos. Antes de abrir los ojos y ponernos de pie, procuramos volver a sentir la inmovilidad, la sensación de no tener necesidad de hacer nada y nos levantamos sin prisa.
Respiramos de un modo diferente y sentimos paz y tranquilidad.

27/1/12

Perspectivas de cambio

A veces, determinadas cuestiones nos preocupan en exceso con el agravante de que nos sentimos incomprendidos y de que, en consecuencia, no contamos con apoyo externo.

Estas preocupaciones nos aportan energía negativa que nos lleva a un estado de ánimo parecido al de un preso recluido en una celda minúscula.

Ante una situación de este tipo, hay que tomar conciencia de que es necesario someter el problema a una transformación que lo convierta en algo que nos impulse hacia delante en vez de hundirnos en la miseria. Es decir, transmutar el obstáculo en oportunidad.

En definitiva, se trata de:

- Transmutar lo negativo en positivo (por ejemplo, ante un fracaso, aprender de él para corregir lo que hemos hecho mal).

- Amarnos más a nosotros mismos y a los otros, como seres imperfectos y conectados que somos.

- Ayudar a los que se encuentren en una situación parecida a la nuestra.

Todo ello, nos permitirá imbuirnos de energía positiva, que nos conducirá a una mejora y  a la superación.