Todo el mundo sabe de la importancia del deporte adaptado
a niñ@s con alguna discapacidad física o psíquica. Y cómo la elección del
ejercicio adecuado permite reforzar su autoestima y mejorar las habilidades propias
de cada cual.
Podemos aplicar la misma idea a la danza integrada pero,
al tratarse de un arte creativo, en ella no es tan importante la
competitividad, sino la calidad de la comunicación y la empatía que se
establece entre niñ@s, cuidadores,
familiares y entorno. Por medio de nuevos lenguajes expresivos corporales se
accede a experimentar la vida con alegría e imaginación.