Hay personas que se acercan a la meditación y a las prácticas espirituales esperando resultados rápidos e inmediatos. Dicha actitud genera una serie de tensiones internas que bloquea los efectos de la práctica. Cualquier vía de aprendizaje comporta un sistema de conocimiento y un método para llevarla a cabo. Con la experiencia de una práctica continuada y paciente empezamos a modificar nuestra vida para beneficio nuestro y de los demás.
Es importante la figura de un maestro, guía o instructor, cómo se prefiera llamarlo, que nos enseñe el conjunto de instrucciones necesarias para superar los siguientes problemas durante la práctica:
- El exceso de laxitud por una actitud
letárgica ante la meditación.
- Las interrupciones que llevan a la mente a
sentir una agitación desmedida y la incapacidad de adoptar medidas para impedir
tales interrupciones.