Curar es trabajo de un médico. Alguien
sufre una enfermedad y el médico diagnostica y aplica un tratamiento para erradicarla.
La sanación sería algo totalmente
diferente. Sanar significa que se procura condicionar la mente y el cuerpo para
que no vuelvan a repetir los mismos procesos que llevaron a padecer la dolencia.
En las terapias alternativas se trabaja mucho a nivel energético. Ya sabemos
que en el cosmos todo es energía, frecuencia y vibración. Todo se encuentra en
continuo cambio.
En el plano físico, la energía
vital (principio activo que forma parte de todo ser vivo)
se concreta en lo que hacemos y en nuestra forma de pensar.
Todo lo que representamos es una
expresión manifiesta de nuestro nivel energético.
Cuando realizamos una acción
creativa, ésta hace visibles aspectos que dan la impresión de estar escondidos
en algún lugar inaccesible de nuestro interior o, al contrario, algo que nos
llama desde afuera pide permiso para ser detectado por nosotros para que lo dejemos
entrar y hagamos algo productivo.
La creatividad es saber utilizar
un talento personal de una forma diferente o inesperada que dé como resultado
algo interesante con apariencia de nuevo.
Para ello es preciso conocernos.
A veces, para conseguirlo, se hace necesario un trabajo introspectivo o uno
extrovertido, dependiendo del individuo.
La creatividad es sanadora cuando
decidimos incorporarla a nuestra cotidianidad empleándola en lo que se nos da
bien, cuando sabemos devolver la mirada al mundo exterior.
Saber hacer, saber compartir
nuestros logros.